Cocina cítrica

¿Cuál es el resultado de una despensa llena de frutos cítricos y unos días nublados con mucha lluvia? La respuesta: Un frigo lleno de Lemon y Orange Curd. ¡Hmmmmmmmm! Y antes de eso, una cocina oliendo la mar de bien a limones y naranjas.

Quien haya probado esa crema una vez entiende perfectamente la adición que sufren ingleses y americanos -los artífices de tal manjar- por ella. Huele que alimenta, entra a cucharaditas aunque lo suyo es servirla acompañando tostadas y scones. Los adictos la usan para rellenar tortas y muffins, enriquecer un yogur o como topping de una ensalada de fruta. En fin: Una crema que no sólo despierta la vena golosa, sino también la fantasía.

Y lo mejor: Está hecha en un plis plas.

Los ingredientes para 2 frascos:
150 g de mantequilla
500 g de azúcar
6 limones (o 4-5 naranjas)
6 huevos
cáscara de limón (o naranja) rallada en caso de disponer de fruta ecológica

Tanto para hacer Lemon Curd como Orange Curd el proceso es el mismo. A continuación vamos a preparar la variante lemon:

Se exprime 300 ml de zumo de limón. Se derrite la mantequilla y una vez líquida se añade el azúcar y el zumo de limón (y en caso de disponer de ello, la cáscara rallada) y se calienta a fuego suave hasta que el azúcar se haya diluido.

Se baten los 6 huevos ligeramente y a continuación se añade a la crema pasándolos por un colador. Hay que mover continuamente y la crema no debe llegar a hervir en ningún caso. Después de unos 10-15 minutos debe empezar a espesarse notablemente. Es el momento de verterla en botes bien esterilizados.

Como contiene huevos y mantequilla hay que guardarla en el frigorífico y tampoco aguantará más de unas dos semanas. La solución para no pegarse un atracón a la primera: Se puede congelar en pequeñas raciones y tenerla siempre a mano cuando entra el “mono” lemon curd…

Aceite que alimenta

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Basta con abrir el tapón y dejarse seducir por esa mezcla de aromas entre un buen aceite de oliva -el de Jérica, claro está ;-)- y uno de los cítricos más irresistibles, la mandarina. Sí, hemos hecho un aceite con aroma a mandarina y romero y, todo hay que decirlo, realmente mandarina4_casa-rural-shariquanos encanta. El resultado es un aceite afrutado con un ligero sabor a cítrico que a partir de ahora va a acabar en ensaladas, sobre unas lonchas de jamón, aromatizando sopas y entradas…

Los ingredientes:

0,5 l de aceite de oliva
200 g de mandarina ecológica
3 ramitas de romero

Lavar las mandarinas y cortarlas enteras en trocitos muy finos. Meter en el bote con el aceite y añadir las ramas de romero. Dejar macerar durante unas 3 semanas en un lugar oscuro y fresco. Filtrar y a disfrutar.

Vitamina C

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El cielo gris, la temperatura templada, el ánimo correspondiente. Es hora de darle la vuelta al ambiente y ponerle energía al cuerpo. Nada más fácil estos días en que nos han regalado toda una caja de mandarinas ecológicas -¡gracias cuñado!- que a partir de hoy se van a convertir poco a poco en mermelada, aceite aromatizado, postres, pasteles, sopas con toque picante… mandarina2_casa-rural-shariquaSólo de pensarlo ya se hace notar ese aroma irresistible que desprende ese cítrico que lleva siglos reforzando la salud de los humanos con una buena dosis de vitamina C, con potasio, calcio y magnesio.

Empezamos con una seductora mermelada de mandarinas con clavo y canela… Una bonita mezcla entre los aromas del invierno y la frescura de un día de primavera.

Los ingredientes:

1 kg de mandarinas
800 g de azúcar
3 clavos
1 rama de canela

Pelamos las mandarinas -¡que no quede nada de la piel blanca que amarga!- y las cortamos en trocitos. Añadimos el azúcar, los clavos y la canela y lo ponemos a hervir en un cazo de metal. Mover a menudo para que no se pegue. Cuando empiece a hervir, calculamos unos 5 minutos y hacemos la primera prueba del espesor. Si una gota caída en un plato bien frío se queda quieta, ya está la mermelada lista para rellenar los recipientes.

Dejar los botes 5 minutos boca abajo y listo. Ya sé que ahora toda la cocina huele que alimenta, pero, al menos, dejad que la mermelada se enfríe antes de abrir el primer bote ;-).

Cucurbita Coco

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Lo confieso. Es mi verdura preferida. La quiero desde el momento en que el plantón se abre paso y se casa rural shariquaasoma al mundo aún con la semilla puesta como sombrero. Una vez trasplantada en la huerta, ya no hay quien la frene. La calabaza se abre camino, cruza medio bancal, sube a árboles y se enreda con sus vecinos. Cada mañana sus flores de un amarillo brillante compiten con el azul del cielo y alegran la vista a cualquiera. Cuando finalmente empiezan a crecer los frutos, cada día es una vivencia. No sólo por la rapidez con que estos representantes de “cucurbita” casa rural shariquaparecen duplicar su volumen por momentos. También la gran variedad de colores, formas y detalles que sacan a la luz, te deja asombrado.

Y parece mentira que con todas estas cualidades haya sido la gran olvidada durante tanto tiempo. Hace casa rural shariquatan sólo unos años “cucurbita” reconquistó su merecido sitio en la gastronomía. Desde entonces vive un renacimiento sin precedentes, no sólo es requerida en forma de sopa, guiso, gratinado, pastel, pudin o soufflé en los hogares sino también hasta en restaurantes “estrellas”. Es una “todoterreno” que permite múltiples preparaciones. Y es una verdura con aguante. Calabazas enteras pueden conservarse durante meses, una vez abiertas se pueden guardar muchos días en la nevera o -sabiendo que algunas de ellas son auténticas pesos pesados- congelarlas hasta posterior uso.

Y no sólo en la cocina es una verdura que inspira. A parte del conocido favor que presta para convertirse en una iluminada bola del terror para Halloween o lo bien que queda como deco otoñal, también pica a los propios agricultores. Buscan el nuevo récord de la calabaza más grande del mundo, un concurso cada año muy disputado y que actualmente se sostiene en el máximo de 1054.01 kg. Un ejemplar gigante que desde luego no serviría para competir en otro de los concursos-cucurbita: el lanzamiento de calabazas. Un evento estadounidense durante el cual los lanzadores se ayudan de catapultas hechas a mano -algunas de ellas más bien verdaderos cañones- que han permitido un “disparo” de 1324,8 metros…

Pero antes de llegar a estos extremos, ¿qué tal con una mermelada de calabaza con coco? Aquí vienen los ingredientes para esta tentación dulce y cremosa:casa rural shariqua

– 1 kg de calabaza
– 1 bote de leche de coco
– unas gotas de zumo de limón
– 200 g de coco rallado
– 700 g de azúcar

Se pela la calabaza cortándola en trozos pequeños. Meterlos junto con la leche de coco en un cazo y poner a calentar. Mover frecuentemente para que no se pegue y dejar hervir lentamente hasta que la calabaza esté blanda. Pasar por el triturador y añadir el zumo de limón y el azúcar. Volver a calentar y dejar hervir unos 10-15 minutos. Al final añadir el coco rallado previamente tostado un minuto en una sartén sin aceite. Poner la mermelada en botes bien esterilizados, dejar reposar boqui abajo unos 10 minutos y listo.

 

Muffins de Higo

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Grandes, brillantes, irresistibles. Estos días los higos parecen pedir nuevas recetas, invitan a probar nuevas mermeladas, pasteles, ensaladas. Nosotros hemos decidido darles una envoltura de pasta y el resultado son unos dulces muffins con un toque de ron. Una receta simple, rápida y – después de un paseo de cosecha por el campo – casi gratis ;-).

casa rural shariquaLos ingredientes: 
225 g harina
2 cucharaditas de levadura
160 g de azúcar moreno
285 ml de bebida fermentada de suero de leche (o como sustituto una mezcla de yogur y leche)
85 g de mantequilla
1 huevo
300 g de higo
unas gotas de aroma de ron

Primero hay que derretir la mantequilla y dejar que se enfríe. Mientras se mezclan la harina, la levadura y el azúcar. Cuando la mantequilla esté fría, mezclarla con la bebida de suero de leche y el huevo. Verterlo sobre la harina y mezclarlo. Añadir los higos cortados en trocitos y unas gotas de aroma de ron. Rellenar los moldes de muffins y dejar unos 25 minutos en el horno precalentado a 180 grados. Antes de servir espolvorear con un azúcar glasé.

Sirope polifacético

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Ojo: Esto va de moras a montones. Pero vale la pena, ya que desde la antigüedad “Rubus”, gracias a su gran contenido de minerales y vitaminas, es conocida como gran aliada de la salud. Una de las formas más fáciles para disfrutar de ella durante todo el año es convertirla en sirope. Que encima es un jugo realmente polifacético que no sólo alivia la tos o ayuda a combatir dolores de garganta y carraspeos. También sirve como acompañante de helados, batidos y púdines, da un toque distinto a salsas de asados o carne de caza y es la base imprescindible de un buen licor de mora.

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Así que vale la pena invertir un poco de tiempo en la búsqueda de ese fruto silvestre que ahora mismo está en plena forma. Basta con salir a los campos y caminos de bosque, para dar con ellos y rellenar la cesta para llegar rápidamente a estos 3 kilos de mora que harán falta para sacarles un buen jugo. Allá va la receta: 

Ingredientes: 
3 kg de moras
1,5 l de agua
unos 2,5 kg de azúcar

Lavar bien las moras, ponerlas en un cazo suficientemente grande, machacarlas bien y añadir 1,5 litros de agua. Poner a ebullición y dejar hervir unos 15 minutos. Pasar el jugo con la ayuda de un trapo limpio a otro recipiente y volver a poner a hervir. Esta vez añadir la misma cantidad de azúcar – o sea, por ejemplo por 2,5 litros de jugo unos 2,5 kilos de azúcar – y dejar hervir otros 15 minutos. Quitar la espuma y enfrascar en botes bien limpios y esterilizados. Y ya puede venir el invierno :-).

La flor fantástica

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Al final de este discurso habrá mermelada. Prometido. Pero antes es difícil no hablar de uno de sus ingredientes, de una de las flores más versátiles y sorprendentes: la flor de lavanda. En estos meses, no sólo nos alegra la vista en forma de pequeños arbustos con tallos finos y bellas flores azul violeta. No sólo perfuma el ambiente de forma generosa sosegando a cualquiera con su aroma. La lavanda también es un multitalento innato.

Es la esencia base de muchos perfumes, aromatiza armarios y de paso ahuyenta la polilla, sirve como insecticida ecológico y alivia las picaduras. La abadesa, profetisa y médica  Hildegarda de Bingen (1098-1179) además la aconsejaba contra los piojos. La lavanda es conocida como una planta del alma que fomenta las ganas de vivir cosas nuevas, que aclara los pensamientos, tranquiliza y calma los nervios. En la aromaterapia sirve como remedio contra el estrés, la migraña y el insomnio. En efecto, unas gotitas de lavanda en la almohada inducen al sueño desde hace milenios. Si, según otra creencia popular, unas flores entre las sábanas realmente sirven para que parejas no discutan…, habrá que probarlo. 

Bañarse con aroma de lavanda quita el cansancio, los nervios y las agujetas. Aceite con lavanda por su parte ayuda en la cura de pequeñas heridas, golpes e infecciones.

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Con tantas bondades sólo cabe esperar que la mística de Bingen se equivocara en otro de los efectos de esta planta aromática: Ella la llamó también “Hierba de la Virgen” ya que según ella ahuyentaba pensamientos impuros y era antiafrodisíaca. Que, por otra parte, no explicaría su éxito en los perfumes…

Bueno, también las profetisas erraban, así que probemos las flores de lavanda como condimento para una deliciosa mermelada de albaricoque.

Los ingredientes:
1 kg de albaricoques
5 cucharaditas de flores de lavanda (ecológicas y recolectadas por la mañana cuando retienen mejor el aroma)
700 g de azúcar
un poquito de zumo de limón

Preparamos los albaricoques en la noche anterior. Los lavamos, pelamos y cortamos finamente. Mezclamos la fruta con el azúcar y la dejamos macerar unas 12 horas en el frigorífico. 

Se añade el azúcar y el zumo de limón y se pone a hervir. Dejar hervir unos 20 minutos, dando vueltas de vez en cuando. Como último añadir las flores de lavanda y poner la mermelada rápidamente en botes bien esterilizados. 

Cerezas con riesgo

cereza1_casa rural shariquaNo sólo se están acabando las cerezas, sino también las ideas qué hacer con ellas. Así que nos hemos lanzado a una nueva receta sin saber si dentro de dos meses volveríamos a hacerlo: Cerezas en Vinagre. Lo que después de una maceración de 8 semanas debería salir, son cerezas aromatizadas que, según receta, acompañan a la perfección a carnes fuertes, por ejemplo carne de caza. ¿Te arriesgas y nos acompañas en el experimento? Aquí van los ingredientes: 

500 g de cerezas
600 ml de vinagre de manzana
100 g de azúcar moreno
2 clavos
1 canela en rama
1/4 cucharita de nuez moscada rallada

Lavar las cerezas (con hueso), dejar secar y ponerlas en 2 botes de cristal. 

Poner el resto de los ingredientes en una cazuela, llevar a ebullición y dejar hervir unos 3 minutos.  Dejar enfriar. 

Cubrir las cerezas con el vinagre aromatizado, cerrar los botes y guardar en un lugar oscuro y fresco para que macere bien. 

Si el experimento es comestible… lo sabremos dentro de 2 meses ;-).

El lado dulce

Ya que estos días mis compatriotas mandones (“la mandona”) no están haciéndose querer demasiado, aquí va el intento de mostraros el lado dulce de los alemanes – y es que lo tenemos 😉 Os presentamos Muffins de Navidad hechos con dos ingredientes que en estas fechas no pueden faltar en tierra de teutones: “Glühwein” – vino tinto especiado que se bebe caliente – y Spekulatius – una sabrosa galleta navideña originariamente de los Países Bajos y Bélgica. Esto y muchas cosas más…

Los ingredientes:

120 g de Spekulatius
250 g de harina
3 cucharaditas de levadura en polvo
1 cuchara de cacao
1 cucharadita bien llena de canela
1 pizca de clavo en polvo
250 g de mantequilla
125 g azúcar
1 paquete de vainilla azucarada
4 huevos
2,5 cucharadas de ron
125 ml de Glühwein
lágrimas de chocolate

Aplastar bien las Spekulatius y calentar lentamente la mantequilla. Mezclar la harina, la levadura, el cacao, las Spekulatius y las especias en un bol.

En otro recipiente mezclar la mantequilla derretida, el azúcar, la vainilla azucarada, los huevos, el ron y el vino “Glühwein” y batir hasta que esté espumoso. Añadir la mezcla de harina-spekulatius y mover bien. La masa quedará bastante líquida.

Meter en moldes de muffins, decorar con unas lágrimas de chocolate y meter durante unos 20-25 minutos al horno, previamente calentado a 180 grados (aire circulante). Hmmm, ¡cómo huele ya!

Muffins de Mora

Seguimos con “momentos mora” y os sugerimos esta receta de muffins de mora. ¡Qué buenos!!

Los ingredientes:
250 g de harina
2,5 cucharaditas de levadura en polvo
0,5 cucharadita de bicarbonato de sodio
1 pizca de sal
1 huevo
120 g de azúcar
1 sobre de azúcar de vainilla
250 g de yogur de coco
75 ml de aceite vegetal
300 g de mora

Se mezclan la harina, la levadura, el bicarbonato de sodio y la sal. En otro recipiente hay que batir el huevo con el azúcar durante unos 8 minutos hasta que esté bien espumoso. Añadir el yogur y el aceite. Como último añadir la mezcla de la harina y una tercera parte de las moras y mover suavemente con una cuchara de metal.

Rellenar los moldes con la masa, hundir el resto de las moras en ella y hornear a 200 g durante unos 25 a 30 minutos. Dejar enfriar unos 5 minutos y quitar de los moldes. ¡Y ya está!