Opiniones

Estancia perfecta, la recomendamos mucho: La ubicación, las instalaciones y la atención.

Un sitio muy tranquilo sin tele y nada de ruido. Me daba tiempo para leer mucho y descansar. La ama del sitio es muy amable y ayuda mucho. El sitio está precioso y la decoración de muy buen gusto. El desayuno fantástico con fruta fresca y todo lo que podrias esperar de un buen desayuno.

Hemos pasado un fin de semana ideal. Todo estaba perfecto, y la localización y las vistas son espectaculares. La atención, la amabilidad y atención de Anna, la limpieza, las vistas…

Fue un fin de semana hermoso, la casa es como enseña en las fotos y Anna es la mejor anfitriona! Se puede ir caminando al pueblo y Anna también tiene las mejores recomendaciones de ruta en los alrededores. Ah, el desayuno que prepara Anna es delicioso! Recomendado al máximo, volveremos!

Todo perfecto, tranquilo, muy limpio y agradable.

Todo estuvo genial, a destacar el olor de la casa, era fabuloso. Sólo decir que las toallas estaban un poco ásperas.

Expectativas superadas: La ubicación, la gerente, las vistas…

La casa preciosa y muy bien cuidada, Anna una anfitriona estupenda. Tranquilidad, silencio, romance, con vistas estupendas, buen sitio para escaparse unos días de la rutina diaria o para un retiro incluso, diría yo. Gracias Anna, por todo. Volveremos sin duda.

Alojamiento perfecto en la naturaleza. Todo estupendo, no se puede poner ninguna pega. Anna es fabulosa, se nota que llevan mucho tiempo acogiendo a gente, porque está todo al detalle. La habitación muy grande, con unas vistas al pueblo de Jérica impresionantes, la cama súper cómoda y grande, y todo súper limpio y oliendo muy bien. Las zonas comunes también súper bonitas, con muchísima información sobre los pueblos de la zona. Pero lo más impresionante es el desayuno, Anna lo hace a tu gusto con productos caseros y para que no pases hambre en toda la mañana. Si lo que buscas es recargar pilas en medio de la naturaleza y alejado de todo, es tu sitio. ¡Para repetir sin duda!

Hemos pasado un finde de tranquilidad en un sitio encantador.
Decir a Anna que es una anfitriona muy atenta en todo, nos a cuidado en todos los detalles. La habitación que nos tocó nos encantó, la cama grande y muy cómoda, por decir algo el nórdico era un poco grueso. El desayuno muy completo, no faltó de nada. Los dulces caseros a destacar. El camino para llegar un pequeño trozo era sin asfalto, pero Anna lo explica muy bien. Es todo naturaleza y si sales a la pequeña terraza de noche puedes ver el pueblo con sus luces y disfrutar de esa imagen. Gracias Anna por ese trato tan familiar.