Así de natural

La agricultura ecológica y los productos agroalimentarios del Alto Palancia son los protagonistas del “Mercado de Teresa – Mercado de productos agroalimentarios comarcales” y de las primeras jornadas sobre agricultura ecológica, biodiversidad, alimentación responsable y consumo de proximidad. Tendrán lugar el día 2 de abril en Teresa.
En el mercado os esperan productos que van desde el fantástico aceite de oliva de la región pasando por miel, embutidos, pan; hasta mermeladas, quesos, vino o seductores dulces y pasteles.
El horario del mercado, en la plaza de la iglesia, es de 10 a 20 horas.

Para inscribirse en las jornadas hay que contactar con pebrella@pebrellaconsultora.com
o llamar en horario de mañana al tel. 616 854 514  (Carles).

“Sufrimiento gourmet”

Las manos arañadas, los ojos cansados, piernas y espalda agotadas de tanto agacharse. No hay duda, yo,  por mis espárragos trigueros … sufro!. Y no sólo yo. Decenas, cientos, quizás miles de sufridos gourmets  se echan al campo en búsqueda de la “primavera en tallos”, de la “verdura real”, del “manjar de los dioses”, del “ébano comestible” – bueno, en este caso ébano verde. O sea: Aspáragus acutifólius, el espárrago salvaje que estos días se asoma por nuestros campos y atrae a todos los que les gusta buscarse la comida y, sobre todo, disfrutar de un plato de los más exquisitos.

Ya los viejos egipcios sabían del fino sabor de los tallos herbáceos, una pasión que también la sintieron los griegos y los romanos que a la vez aprovechaban las cualidades medicinales de la planta.

Sabiendo que a parte de exquisito, el espárrago es diurético, poco calórico y en el caso del espárrago triguero incluso gratis, es normal, que haya tanto aficionado rastreando los campos. Y no sólo los campos de trigo que en su día le dieron el nombre a esta variedad salvaje. Las yemas de las esparragueras también nacen en campos abandonados, bordes de caminos, acequias…

Este año se asoman tarde, y además, parece que van a ser raros. No importa. Porque cada paseo que damos estos días por los campos en búsqueda de esos tiernos manjares también es un paseo por la primavera que se hace notar cada vez más. Se ve a primera vista, no hace falta ni buscarla.


Puccini en Segorbe

Foto: BCN

Un evento especial, una noche de ópera está esperando a los amantes de la lírica: “Madama Butterfly” de Giacomo Puccini se representará el 24 de marzo por “The Concerlírica Opera Company” en Segorbe.

Foto: Concerlírica

La historia de amor, pasión, engaños y desesperación es interpretada, entre otros, por los protagonistas Miki Mori, soprano de Japón, en el papel de Cio Cio San alias Butterfly y el tenor peruano Andrés Veramendi como Pinkerton.

La ópera tiene lugar en el Auditorio Municipal “Salvador Seguí”. Inicio a las 21.00 horas.

Las entradas (20′- €) se venden en al ayuntamiento de Segorbe (Plaza Agua Limpia), en la concejalía de cultura. Horario de 10 a 14 horas. Teléfono: 964 132 151.

Aire de altura

No hace falta llegar a la altura de una Edurne Pasabán para experimentar esa bonita sensación de haber llegado muy, muy arriba. Sí hace falta vivir en o visitar a una zona tan bonita como el parque natural de la Sierra Espadán con sus numerosos picos “1.000”, estar bien acompañados y pillar uno de esos días primaverales que te obsequian con vistas inolvidables. Pues, todo esto lo conseguimos el otro día y aún estamos disfrutando de esa caminata por los barrancos de la Mosquera y Almanzor en Almedíjar y por el pico del Cerro Gordo.

Una caminata que aparte de impresionantes vistas que llegan hasta las sierras nevadas, hasta el mar, la monumental Peñagolosa o por encima de los pequeños pueblos de los alrededores, ofrece sobre todo una cosa: el contacto con alcornoques centenarios que con su especial sublimidad impresionan a cualquiera.

En la Sierra de Espadán el Quercus suber es pelado cada 12 o 14 años, cuando su corteza ha llegado a un grosor de unos 30 mm y se puede usar para fabricar corchos – cada vez menos – o aislantes naturales – cada vez más.

Cuando al árbol le quitan su rugoso traje, luce una piel preciosa que brilla según el momento del día con tonos rojizos, violetas y marrones. Un espectáculo especial son los matices después de una lluvia o los preciosos parásitos que se alojan en su tronco.


Ni fallas, ni San José

No, no hace falta ni el santo carpintero de Nazareth ni que lleguen las fallas para notar y ver que ya está aquí: La primavera ha llegado y con las últimas lluvias la naturaleza se ha soltado la melena. Así que hoy disfrutamos de un pequeño paseo por nuestra finca, descubriendo los mensajeros de la nueva estación. Imágenes que valen más que calendarios.

PD: No! Os lo juramos! Aquí en Jérica NO hay fallas! Ni mascletás, ni cabalgatas, ni embotellamientos, ni música hasta altas horas de la noche, ni…
Aquí reina la primavera y nada más.

Calabaza “frites”

Lo prometido es… una receta. Y aquí va, ya sabéis, otro producto consecuencia de nuestra avalancha de calabazas. Os presentamos “Calabaza ‘frites'”, una sabrosa alternativa a los mundialmente famosas pommes frites – o sea patatas fritas.

Los ingredientes:

1 kg de calabaza
150 ml de leche o nata
100 g harina
1/2 cucharadita de sal de hierbas
pimienta negra recién molida
1 diente de ajo finamente picado
1 cucharada de cebollino picado
1 l de aceite de oliva para freír

La preparación es fácil. Sólo tenéis que cortar la calabaza en palitos tipo patatas fritas. Mezclar la harina con la sal y un poco de pimienta negra. Bañar los palitos de calabaza en la leche (o la nata), dejar escurrir bien, remover en la harina y freír en aceite bien calentito. Dejar escurrir en papel de cocina y condimentar con el ajo, el cebollino y – si hace falta – un poco más de sal. Et voilà! – calabazas frites.

Árboles como monumentos

¿Cuándo, si no en el “Año Internacional de los Bosques”? Jérica celebra el Día del Árbol e invita a todos a conocer las preciosidades recientemente catalogadas como árboles monumentales. Y no sólo es una magnífica ocasión para conocer mejor algunas joyas de la naturaleza jericana, también hay que currárselo un poco…

Carrasca Monumental / Foto: Ayuntamiento de Jérica

El programa del domingo, 13 de marzo, es el siguiente: A las 9 de la mañana en la fuente de Randurías empieza el recorrido por los árboles monumentales, como son dos plataneras, dos eucaliptos y una impresionante carrasca en la partida de la Vuelta del Pino. Desde Randurías se sigue en bici o caminando hacia la Vuelta de la Hoz, donde se limpian zonas repobladas en otras ocasiones y se plantan árboles nuevos, todos ellos autóctonos como boj, acebo, encina, quejigo, arce y madroño. Esto, sin duda, se merece un almuerzo, que tiene lugar en la Fuente de la Gota.

La siguiente parada es en la Vuelta del Pino, donde se puede admirar la centenaria y monumental carrasca. El camino sigue por las orillas del río Palancia hasta llegar a la casilla de Santa Bárbara en la Vía Verde, donde está esperando otro refresco.

Sólo hay dos excusas para no apuntarse: No haber cumplido 8 años (que es la edad mínima recomendada para participar) o no querer disfrutar de una ruta de unos 6 kilómetros por rincones preciosos de Jérica. Pero quién va a decir que no a una propuesta tan bonita? Más información tenéis en www.jerica.es

Defendiendo el terreno

Foto: Vicente Sancho / CMA

Es bien sabido que a los americanos les gustan las invasiones. ¿Por qué iba a ser una excepción un pequeño cangrejo? Es el caso del “Procambarus clarkii”, un cangrejo originario del sureste de los Estados Unidos y noreste de México que se ha apoderado de los ríos, barrancos y humedales de toda España. Para no caer en injusticias hay que decir que también Procambarus clarkii contaba con su particular amiguito español que le apoyaba en sus andaduras…

Eran los años 70 y dado el continuo deterioro de su hábitat el cangrejo de río autóctono español, o sea Austropotamobius pallipes, empezaba a escasear por todos los sistemas fluviales. Había llegado el gran momento para unos emprendedores andaluces decididos a hacerse de oro: Con la introducción del cangrejo americano en las Marismas del Guadalquivir en 1974 pensaban crear la primera “astacícolas-factoría”. Con lo que probablemente no contaban era que el cangrejo yanqui no sólo se reproducía a un ritmo vertiginoso y pronto iba a invadir terrenos no pensados para él, sino también introdujo la peste del cangrejo. Primero en Andalucía, luego también por los arrozales de Valencia, el Delta del Ebro y finalmente por toda España. Si Austropotamobius pallipes ya estaba en malas condiciones, el competidor americano iba a darle el resto.

En el País Valenciano el cangrejo de río autóctono fue declarado en peligro de extinción en el año 2004. Pero esta vez era él quien tenía un

Foto: Vicente Sancho / CMA

amigo a su lado y con la ayuda de conservacionistas y la propia consellería desde hace años se está trabajando en la reintroducción del pequeño crustáceo. Como el día 5 de marzo, el Día del Cangrejo, cuando en el parque natural de la Sierra de Espadán soltarán cientos de cangrejos “valencianos”. Una iniciativa que desde 2005 ha logrado aumentar las poblaciones de ese cangrejo de once a 38.

Quien no quiera perderse los primeros pasos de los nuevos habitantes de la Sierra de Espadán puede apuntarse a la suelta en el teléfono 964 629 112 o vía e-mail: parque_espadan@gva.es.

El encuentro es a las 10 horas en la Fuente La Calzada en Algimia de Almonacid.

Muffins de Calabaza

De nuestra avalancha de calabazas ya os contamos nada más acabar la cosecha en octubre. Pues bien, seguimos con muchas de ellas y en búsqueda de nuevos destinos, o sea recetas. La última que probamos fueron unos muffins – magdalenas para los españoles – con… calabaza. A continuación tenéis la receta. Y continuará. No os habéis salvado aún de nuestra “calabazada”. Dentro de pocos días os presentaremos “Calabaza ‘frites'”.

Los ingredientes:

Para el puré:

500 g de calabaza
2 cucharaditas de azúcar moreno
piel rallada de naranja
canela

Para la masa:

100 g de harina
100 g de harina integral
200 g de azúcar moreno
1 cucharadita de canela
1 cucharadita de jengibre fresco rallado
1 pizca de pimienta de Jamaica
2,5 cucharaditas de levadura en polvo
1 pizca de sal
1 huevo
1 yema de huevo
40 g de aceite de sésamo
50 g de creme fraiche
2 manzanas

Limpiar la calabaza, ponerla encima de papel de aluminio y espolvorear con canela y azúcar. Cerrar el papel y meter la calabaza al horno precalentado a unos 200 grados durante unos 30-40 minutos hasta que esté tierna. Quitar el líquido y triturarla hasta obtener un puré.

Para la masa mezclar con una cuchara la harina (previamente tamizada), las especias, la levadura y la sal. En otro recipiente mezclar el huevo, la yema de huevo y añadir el puré de calabaza, la creme fraiche y el aceite. Mezclar bien.

Quitar la piel de las manzanas y cortarlas en daditos. Añadir al puré de calabaza y mezclar todo con la mezcla de harina y especias.

Meter la masa en los moldes (rellenar 2/3 partes) y colocar en el horno precalentado a 190 grados. A los 30 minutos deberían estar listas – haced la prueba del palito!