El gran Olvidado

Que cada vez haya más frutos en el mercado, indiscutiblemente tiene su encanto. Pero no todos están de acuerdo. Hay algunos casi condenados a desaparecer. El membrillo es uno de ellos. Y si no fuese por sus enormes ganas de (sobre)-vivir y su adorable independencia -el membrillero crece sin cuidados en campos abandonados, bordes de caminos y se resiste contra vientos y heladas a admitir que ya es invierno-, seguro que ya no disfrutaríamos de este arbusto-árbol que aún a estas alturas brilla con sus grandes frutos.

Frutos que al sol parecen oro puro.

El membrillo -desde siempre símbolo de amor, felicidad, fecundidad, belleza y perseverencia- atrae con un aroma exquisito, sin embargo… el gourmet lo tiene crudo: El membrillo es difícil de pelar, hay que quitarle su pelusilla y no es comestible en estado natural. Eso sí, aguanta un montón para poder pensar tranquilamente qué hacer con él.

Nosotros este año además de mermeladas y jaleas, hemos probado una nueva receta con el membrillo como protagonista, acompañado de plátano, curry…  ¿El resultado? Un nuevo compañero para el queso.

Si queréis probarlo, encontráis la receta en Sharíqua presenta.


Mermelada de Membrillo

Para esta receta de mermelada de membrillo con un toque exótico, primero hay que preparar un puré de membrillo: Hay que quitar la pelusilla del fruto. Lo mejor es usar un trapo o una esponja suave y luego lavar los frutos bajo un chorro de agua. Acto seguido hay que pelarlos, cortar en cuartos y descorazonarlos. Necesitáis unos 600 gramos de carne de membrillo, que se cubre con agua con un poco de zumo de limón. Se lleva a ebullición y se deja hervir unos 60 minutos hasta que esté blanda. Como último hay que triturarla.

Con la piel y los  corazones del membrillo podéis hacer una estupenda jalea.

Para la mermelada necesitáis:

600 g de carne de membrillo triturada

250 g de plátano pelado

100 ml de agua

1 cucharadita de jengibre rallado

1 cucharadita de curry

30 g de coco rallado

600 g de azúcar

un chorrito de zumo de limón

Se aplastan los plátanos con un tenedor y se mezcla con el membrillo y el resto de los ingredientes. Se lleva a ebullición y se deja hervir durante unos 15 minutos. No dejéis de mover la masa ya que se quema rápidamente. Se pone en botes bien esterilizados y se deja enfriar.

Probarlo con un queso fuerte, que es una combinación divina.

Ya vamos

Quién  hubiera dicho que esperaríamos este momento con tanta inquietud: Empieza la campaña de la oliva 2010, abre la almazara de Jérica y como mínimo durante dos semanas los tractores, el olor a aceituna y el ir y venir del campo determinarán muchas vidas.

No es que tengamos muchos olivos, y los que tenemos tampoco son de los más productivos. Sin embargo, nos hemos enganchado…  Enganchado a la vida del campo. Y eso, cuando todo empezó bien distinto.  Nuestra finca y con ella los olivos habían estado más de 20 años sin cuidar y cuando aterrizamos nosotros, expertos en la materia nos decían:  “¡¡¡Estos árboles necesitan una poda radical!!  Y luego ya veremos.”  Parecía una sentencia con fatales consecuencias.

Es que hay que saber que una poda radical hecha por un hombre del campo es un espanto.  Al final no quedará nada, y también nuestros olivos parecían haberse quedado sin aliento, sin alma, sin defensas.  De ramas y hojas, mejor ni hablamos.  Así que decidimos: Nunca más, de poda nada, a partir de ahora que crezcan y si no hay olivas, no hay.

De eso hace ahora cinco años.  Ya no contratamos podas, no, las hacemos nosotros. Nos sigue encantando como se recuperan y crecen los olivos, pero también nos encanta cada oliva que producen.  Después de la poda, ya en mayo, cuando sacan sus flores miramos – con más interés que conocimiento – si la cosa va bien.  Cuando en verano aparecen unos frutos minimalistas, también seguimos el proceso con la misma cara de entendidos y comentarios al cuento. Y finalmente, cuando las aceitunas ya han cambiado de verde a un brillante negro, llega el gran momento:  Abre la almazara.

No hay que esperar más:  Manos a los olivos.  Ya os contaremos cómo nos ha ido la cosecha.  Y, desde luego, os hablaremos de ese aceite de oliva virgen tan especial que se produce en Jérica y en todo el Alto Palancia.

De Hadas y Alcornoques

Cuándo mejor dar un paseo por un bosque encantado si no en estos días de otoño con esa tenue luz tan especial y los colores que parecen sacar nuevos matices aún desconocidos. Y qué bosque mejor que los alcornoques de la Sierra Espadán, estos impresionantes árboles que con sus brazos ramificados y su piel rugosa parecen cobrar vida, dibujar historias, querer agarrar al caminante.

Uno de los barrancos más fascinante de la sierra es sin duda el barranco Almanzor en Almedíjar, que introduce al visitante en una exuberante naturaleza con árboles centenarios, arbustos de todas las formas y colores posibles, helechos, líquenes y setas. Tampoco faltan el murmullo del agua, el canto de los pájaros, el sonido del silencio. Y no es de extrañar que ante tanta belleza uno se siente como en un cuento en el que sólo faltan las hadas para vivir momentos realmente mágicos.

Saliendo de Almedíjar por la rambla del mismo nombre y pasando por campos de cultivo y de olivo, enseguida llegamos al barranco Almanzor que se puede recorrer por una agradable senda que forma parte de muchas caminatas largas y preciosas por la sierra. Nosotros nos conformamos con subir hasta el Collado La Ibola y no pudimos resistir la tentación de volver por el mismo camino, disfrutando del color intenso de los alcornoques recién pelados, de los impresionantes pinos y castaños y del encanto de un lugar que fascina a cualquiera.

Y ya son tres

No es ni una cifra impresionante, ni redonda, ni memorable. Pero, Sharíqua ha cumplido tres años y pensamos que como mínimo se merece una mención. Además, hemos decidido atenernos al mismo principio que ya nos ha traído suerte en otra ocasión – cuando nos casamos Vicente y yo. Era una época cuando los divorcios iban en auge y los grandes titulares auguraban una corta vida a todos los matrimonios, y decidimos celebrar nuestro día de boda cada mes. Por si acaso. Quién sabe. “Mesarios” en vez de aniversarios, por decirlo de alguna forma. (Y ya son 243). Y como ya tenemos una celebración fija al mes, no nos ha dado casi tiempo a recordar cada nuevo mes de vida de Sharíqua. Y eso que casi cada mes trajo novedades, historias bonitas y momentos memorables.

Y aunque nuestra casa rural aún es una jovencita, estamos muy satisfechos y felices. Felices de haber dado el paso y felices porque gracias a vosotros Sharíqua cumple con nuestros deseos. Vosotros que decidís visitarnos por primera vez, vosotros que habéis cogido cariño a Sharíqua y a Jérica y ya os habéis alojado un par de veces en nuestra casa, y vosotros que llegáis con saludos de vuestros amigos-nuestros clientes en el equipaje.

Ya os lo hemos dicho en otra ocasión, Sharíqua para nosotros forma parte de un sueño hecho realidad. Y eso, que cuando todo empezó… quién hubiera dicho que algún día podríamos escribir estas líneas. A deducir de las imagenes cualquiera hubiera tenido sus dudas…

Semanas de Setas

Puede que la recolección de setas esta año por nuestras altitudes se hace algo pesada, pero por ello no hay que renunciar a disfrutar de estas exquisitas criaturas del mundo “fungi”. En Segorbe mañana empieza la “IV Muestra Gastronómica de las Setas”, durante la cual seis restaurantes de la ciudad dan lo mejor de sí  – y de las setas. Hasta el 21 de noviembre los menús degustación ofrecen aromas y sensaciones marcadas por boletus, senderuelas, robellones, trufas… – todo elaborado, se entiende, a base del excelente aceite de oliva de nuestra región.

¿Qué os parecen para abrir boca unos “Puerros rellenos de boletus sobre morcilla segorbina y ensalada de canónigos y rúcula”, para seguir con “Lomos de bacalao fresco asado a baja temperatura con senderuelas, chipirones, salsa de acelgas y judiones” o un “Civet de caza mayor con boletus y chocolate” y terminar con un “Mousse de castañas trufadas”?…

La información completa sobre los restaurantes que particpan y sus menús está en www.segorbe.org.

Pastor por un día

Poco a poco y paso por paso, con pausas y picnics, vamos, todo un placer. Esto es lo que les espera a todos aquellos que se animan a convertirse en pastor por un día … o varios. Un viaje al pasado a ritmo de oveja. ¿Cómo y cuándo? Durante la “Trashumancia al Reino. La Aventura Mágica de los Caminos de Lana”, organizada por “Transhumancies Valencianes”.


Con unas 800 ovejas salieron el 27 de octubre de Orihuela del Tremedal en Teruel para revivir lo que en su día era el pan de todos los años para muchos pastores: bajar el ganado después del verano a tierras más cálidas para pasar el invierno cerca de la costa. Esta vez la meta es Petrés, el camino lo marca la Cañada Real entre Teruel y Valencia por la ruta de Barracas. Y es ahí donde llegan el 5 de noviembre para al día siguiente y después de la “Marxa a peu transhumant: Barracas-Caudiel” celebrar en el pueblo vecino, Caudiel, la “1ª Fiesta de la Trashumancia”. Habrá olleta y embutido, música y fotos de la trashumancia, y, sin duda, habrá un ambiente muy especial.

Más información encontraréis en:
http://transhumanciesvalencianes.blogspot.com/

http://marxapeu.net/

http://valencia.slowfood.es