Celebraciones, colores, cerezas…

Se pueden decir muchas cosas de ella. Por ejemplo que es “una drupa con cabillo largo, casi redonda, de unos dos centímetros de diámetro, con surco lateral, piel lisa de color encarnado más o menos oscuro, y pulpa muy jugosa, dulce y comestible”. Lo que no comenta la Real Academia Española es que las cerezas son unos frutos muy versátiles, se prestan desde pendientes hasta ingredientes, han dado su nombre a un color y además son la razón porque algunas regiones de España en primavera primero se tiñen de blanco y una vez caídas las flores las ramas se llenan de miles de puntitos rojos.

Una de esas regiones es el Alto Palancia, donde Caudiel el sábado 4 de junio celebra su Fiesta de la Cereza. Os esperan sabrosos frutos, un mercadillo, la olla del pueblo y mucho más.

A escullar

Cuando Manuel Gil Desco y Rafael Benedito Fornas a finales de los años ochenta empezaban a entrevistar a 235 personas de los 28 pueblos que conforman la comarca del Alto Palancia algo extraordinario se iba a “cocer”. ¿El resultado? El libro “A escullar”, toda una obra maestra que habla de las costumbres alimenticias de la comarca, del calendario gastronómico tradicional y de un montón de recetas de toda la vida que justamente estas 235 personas de entre 33 y 95 años habían facilitado. ¡Qué abanico de edades como garantía de todos los gustos!

Salió un recetario con ingredientes de las huertas, los campos, los montes y los ríos. Ingredientes desde vegetales silvestres hasta fruta y verdura cuidadosamente cultivada. Y desde luego, casi todo regado con el fantástico aceite de oliva de la región. Un libro para la posteridad y del cual de forma esporádica os vamos a presentar alguna que otra receta.

Para empezar algo sencillo, un clásico en todos los pueblos:

Bacalao astillao 

Ingredientes:
300 g de bacalao seco
2 dientes de ajo
1 cucharadica de pimiento colorao
 aceite de oliva virgen

Se desala el bacalao y se astilla. Se condimenta con los ajos bien cortados, el pimentón rojo y un buen chorro de aceite de oliva. Y  ” a escullar” – o sea, a escudillar que no quiere decir otra cosa que “a servir”.

Y para que la mente también se llene, como postre con las recetas siempre os vamos a introducir en el habla de la comarca para que en la mesa no os quedéis sin palabras. Empezamos por la “a” como astillar, o sea migar el bacalao.

2 euros y a por otra

Aún quedan 3 días para dar otro tipo de paseo por Segorbe que seguro llena los sentidos – y los estómagos: La ciudad celebra su “I. Ruta de la Tapa” y nada menos que 21 establecimientos -bares, mesones y bodegas- han pensado en algo especial para sus clientes. Hacer un buen hueco en el estómago vale la pena por varias razones: Primero, andando de un establecimiento a otro ya se deja un par de calorías por el camino. Segundo, tapa más bebida estos días se ofrece por sólo 2 euros. Y tercero, rellenando una tarjeta con 4 cuños de los bares ya visitados se participa en un sorteo de una cena para dos.

Hasta el 29 de mayo hay tiempo. La ruta os la podéis bajar en la agenda de la página de turismo www.turismo.segorbe.es/turismo_es/

Árbol autodefensa

Son dulces, llamativas e inseparablemente unidas a la primavera. ¡Y ya están aquí! Las cerezas del Alto Palancia – con sus 700 hectáreas de cultivo presume de una producción nada despreciable – se empiezan a asomar. Bueno, no todas. Las nuestras, por ejemplo se muestran bastante reacias. No por ellas mismas – regordetas, rojas y brillantes – sino más bien por el árbol en si. Un ejemplar aún juvenil que como autodefensa se ha cubierto con un entramado de hojas que casi no deja ver ni sus propias ramas. Y claro, enseguida vienen las dudas: ¿Mal plantado? ¿Mal podado, mal alimentado? O es acaso, ¿demasiado joven? ¿Tiene falta de experiencia? Pero no. Es cuestión de variedad, como nos ha comentado un experimentado agricultor del pueblo.

Pues bien. Seguiremos rebuscando (aunque los pájaros parecen tener mucho mejor olfato “cerezón” que nosotros). Y si nuestro “hojudo” no quiere desprenderse de sus frutos, sólo hace falta esperar un poco más: Dentro de nada habrá montones de cerezas, porque en junio nuestro pueblo vecino, Caudiel, celebra su Fiesta de la Cereza.

Mermelada de Fresas

Ya llevan tiempo en el mercado pero como Jérica no es Huelva, nosotros acabamos de cosechar nuestras primeras fresas. Tardías, pero eso sí, más dulces imposible. Y qué mejor momento para probar una nueva mermelada. Os presentamos: Mermelada de fresas con albahaca. Necesitáis los siguientes ingredientes:

1 kg de fresas
750 g de azúcar
1 chorro de zumo de limón

1 pizca de pimienta blanca

1 pequeño manojo de albahaca fresca

Para la preparación se lavan y se cortan finamente las fresas. Se mezclan con el azúcar y se llevan a ebullición. Se echa el zumo de limón y la pizca de pimienta. Dejar cocer a fuego fuerte y sin dejar de mover unos 20 o 25 minutos. Para saber si ya está espesando, echar unas gotitas de la mermelada en un plato frío recién sacado del congelador. Si espesa enseguida, la mermelada está lista, si no, hay que dejarla un ratito más. Antes de meterla en botes bien esterilizados se añade la albahaca finamente cortada. Y listo.

Multitud

Para nuestra región esto sin duda es multitud: ¡Tres ferias en un sólo fin de semana! Habrá que organizarse bien para no perderse el “IX Encuentro de los Pueblos del Parque Natural de la Sierra de Espadán” el sábado 14 de mayo en Pavías, el “X Mercado Medieval” el 14 y 15 de mayo en Segorbe y el “Mercado y Zoco Árabe” el sábado 14 en Chóvar.

Sin querer quitarle mérito a los mercados inspirados en los antiguos pobladores del Alto Palancia, lo que no hay que dejar pasar es la oportunidad de conocer uno de los parques naturales más bonitos del País Valencià: La Sierra de Espadán. Durante el “IX. Encuentro…” ese bosque tan hermoso de alcornoques y sus pueblos en el Alto Mijares, Alto Palancia y La Plana Baja se presentan con todos sus encantos, sus rutas de senderismo, sus costumbres,  sus productos y gastronomía locales. Vale la pena.

Cuestión de decisión

Parece que por fin nos quiera abandonar la lluvia, y la verdad es que se agradece. Ya no podíamos más ni nosotros ni el campo, que al fin y al cabo todos tenemos un cupo. Desaparecen las desavenencias climatológicas, pero ya nos ha venido encima otro problema. Aunque de los más simpáticos: Han llegado nuestras “tardes del atardecer” y hay que decidirse en qué rincón de Sharíqua pasarlas. Dónde ver desaparecer al sol  detrás del pico de Peña Escabia, ver cómo se tiñe de dorado la huerta y poco a poco ver cómo se ilumina Jérica. Pero ya que  queda mucha primavera y mucho verano por delante…

 

Entomofilia

Se pelean por un trozo de pétalo, se relajan encima de un colchón de lo más blando y aromático, se tiran de cabeza para dentro y – cómo no – se meten uno encima del otro. Por no dejar lugar y posición sin probar, hasta se cuelgan de la cuerda de tender. Es primavera y si solemos fijarnos sobre todo en la variedad de flores que inundan prados y huertas, vale la pena acercarse un poco más. Casi en la clandestinidad dentro de las flores se pueden observar verdaderos espectáculos: Insectos de lo más variopinto que se aprovechan de su aroma atractivo, de sus colores hechiceros, su dulce néctar  su seductor diseño.

 

Y tampoco hay que preocuparse de las flores así tratadas. Al contrario. Les gusta. Son las así llamadas “amantes de los insectos” y hasta hay explicaciones científicas para ese “síndrome floral” también denominado “entomofilia”. Una simbiosis perfecta que desde hace millones de años une moscas, avispas, mariposas, polillas o escarabajos con el mundo construido de preciosos pétalos. Una simbiosis entre insectos polinizadores y flores que vale la pena mirarla detalladamente…

   

Espartano

No os esperéis ni carne ni derivados de la misma, no los habrá. Al fin y al cabo será la sopa de uno de los santos más estrictos y espartanos jamás conocido. Un santo que a sus discípulos de la Orden de los Mínimos impuso ayunos severos, nada de carne (tampoco para comer) y una vida de alimentación absolutamente vegana.
Estoy hablando de San Francisco de Paula (1436 – 1507), un monje italiano que hizo historia por volcarse por los valores puritanos, andar por el agua o fundar la Orden de los Mínimos, también conocidos como Paulanos (y mucho más tarde por una cerveza alemana de trigo buenísima que lleva su nombre).

Aparte de Alaquàs (Valencia), son los Viverenses de nuestro pueblo vecino que sienten un amor especial a este santo. Tanto que le han dedicado sus fiestas patronales que se celebran estos días en Viver. Uno de los momentos más esperados: El reparto de la Sopa del Santo que, como ya dijimos, lleva de todo – menos carne. Para probarla se ofrecen dos posibilidades: A mediodía delante del convento, el viernes 6 de mayo, o dos días más tarde, el domingo 8 de mayo.
En las dos ocasiones llevará bacalao, arroz, ajos, aceite y pimentón. Nada más.


El programa de fiestas lo encontráis en www.viver.es