Ya están a la vista y falta poco para poder disfrutar de los primeros frutos de nuestras higueras: las brevas. Porque ese árbol tan fantástico no sólo se conforma con una producción frutal al año. Primero, por junio-julio, vienen las brevas, luego, más hacia septiembre, toca la segunda cosecha, la de los higos.
Para tenerlo más claro, nada mejor que acudir a viejos refranes que a su vez se ayudan de los santos y dicen así: “Por San Juan brevas y por San Pedro, las más buenas”. O “Por San Miguel los higos son miel”. Pero, para entender mejor que hay que estar al loro para no perderse la corta temporada de este delicioso fruto, dejemos los santos atrás y concentrémonos en lo esencial y práctico – que además demuestra sin tapujos la crueldad de la vida del campo: “En tiempo de higos, no hay amigos”.