Cuando el sábado, 4 de junio, se inaugure la tradicional Feria del Aceite de Viver, no sólo se podrá degustar ese maravilloso aceite que producen miles de oliveras en todo el Alto Palancia. También se verán los casi infinitos usos que tienen las olivas y su apreciado jugo desde hace ya miles de años cuando por el 4.000 a.c. ese árbol empezó a hacerse famoso en la antigua Mesopotania. Ya entonces el aceite de oliva sirvió como medicina casera y embellecedor barato de faraonas, hoy en día se compra – ya envasado – como valioso ingrediente en champús, cremas faciales, geles de ducha o aceites de masaje.
Pero claro, lo que sobre todo interesa en la “XII. Feria del Aceite de Oliva de Viver” son los productos comestibles elaborados a partir de la oliva: Y ahí van patés, cremas y mermeladas, aceitunas conservadas a los distintos sabores y maneras y desde luego aceite de oliva virgen y la joya de la cooperativa del pueblo: el aceite de lágrima que seduce, según sus fabricantes, con un aroma “a hierba recién segada, plátanos y almendras verdes, tomates de huerta, menta y aguacate, pero también manzana, pera y cerezas”. Normal que con estas cualidades haya ganado varios premios, incluso internacionalmente.
¿Quién podrá resistirse a un cocktail de sabores tan llamativos? ¿O a los kilos y kilos de ajoaceite, elaborados por las mujeres de la asociación de amas de casa del pueblo, que pacientemente untan cientos y cientos de trocitos de pan para ofrecerlos a los visitantes?
Y como la feria también es “Feria de Productos Agroalimentarios” no faltarán tampoco las nueces de la tierra de Viver, mermeladas de la comarca, pan de pueblo, miel o los sabrosos quesos y patés del Alto Palancia.
La feria en el Parque de la Floresta estará abierta los días 4 y 5 de junio de 11 a 14 horas y de 17 a 21 horas. El programa detallado – ¡¡no falta ni un concurso de tapas y pinchos!! -lo encontráis en www.cooperativaviver.es